miércoles, 10 de marzo de 2010

¿PUBLICAR?

Me pregunto sinceramente cómo hacen los noveles para acceder a la posibilidad de publicar una obra, de llegar a meter apenas el pie en esa rendija de la puerta que está muy entornada para todos -incluso para los que ya tenemos bastante obra publicada. Y, además, tengo toda la impresión de que la puerta se cierra cada vez más. Se cierra, entre otras cosas, porque ya no caben más originales dentro. Las editoriales están plagadas de cajas y cajas llenas de manuscritos que casi nadie mira, que casi nadie lee. Libros de los que, como mucho, se hojean cinco páginas; hojear con "h", sí: significa "pasar páginas", no leerlas. A veces un editor en horas bajas llega a leer veinte páginas en diagonal, haciendo lectura rápida. Conozco una editora que se jacta de leer mientras pela patatas en la cocina. Lo curioso es que lo dice como si fuera un gran qué. ¡Qué mundo este! -el de la edición, me refiero-. Los editores que deciden -los editores ejecutivos, los directores editoriales- dejaron de leer ya hace mucho. No tienen tiempo, pobres... El caso es que no leen nada de nada, ni lo que publican, ni lo que publica el vecino para mantenerse al corriente de tendencias. Los pocos editores que leen -suelen ser los editores técnicos, los que llevan todavía poco tiempo en la profesión- leen por responsabilidad, por respeto a los autores, pero no tienen ningún poder de decisión. Así que poco pueden hacer, tratar de "vender" la obra a sus jefes, nada más. Son éstos los que decidirán y lo harán casi siempre por causas externas al libro: si el nombre del autor vende, si es prioritario mantenerlo en su catálogo, si el tema es comercial, si la competencia ha sacado algo parecido y le va muy bien... Pero que el editor técnico no ose jamás comentar que se trata de un "libro de calidad". Si lo hace en un momento de debilidad y lo piensa honestamente, perderá todas las bazas de que ese libro sea publicado. El jefe le mirará de arriba abajo y decidirá en el acto que es mejor que la obra se quede en el cajón. No fuera a ser que, de sacarla, no pasase de la primera edición. A esa "rara avis" del editor responsable y lector -porque disfruta haciéndolo- no le queda ni la posibilidad de conversar de libros con los autores, y qué conversaciones tan ricas serían ésas. Pero, ¡ojo! Los editores técnicos no se tratan con los autores y los directores editoriales, que sí lo hacen -en ocasiones los invitan a comer-, jamás hablan con ellos de sus libros. ¿Cómo hacerlo por delegación? ¿Cómo hacerlo sin que los pillen en un renuncio y pierdan su aureola de intelectuales de pro. Es mejor hablar del tiempo y de los conocidos comunes, que eso no supone ningún esfuerzo y ofrece muchas más posibilidades de echar unas risas.
Creo que no tengo un buen día. Así que lo dejo por hoy, que no quiero pecar de pesimista.
En otro momento hablamos de las librerías y de los libros que entran y salen de ellas sin siquiera ser desembalados. Lo dicho, no tengo un buen día.

9 comentarios:

  1. Sí, las cosas están chungas. Pero bien bien ese toque de realismo. Y de sinceridad.
    Abrazos.

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  2. Estimada Marinella, en estos tiempos de apariencias, se agradecen tus palabras llenas de sinceridad y valentía.

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  4. Tienes mucha razón, en más de un cajón se encierra una buena novela, aunque no sea genial, pero que podría llegar a unas cuanats ediciones. Y no has hablado de la escasa relación del editor con el público, sobre todo juvenil. Los autores sí son expertos en esos menesteres. Tienen contacto, saben de sus gustos. Los editores en raras ocasiones bajan al ruedo.

    Pero claro, habrá gratas excepciones.

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  5. Hoy he abierto la página 8685 del libro de mi vida, a la espera de vivir impredecibles aventuras.
    La vida es un libro, ¿cómo no va a haber nuevos libros por vivir?

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  6. Marinella, escribes cosas muy interesantes cuando "no tienes un buen día".
    Es verdad, la puerta se cierra cada vez más, pero...aún no han colgado el cartel de "CERRADO".
    Un beso
    Eugenia

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  7. Estimada Marinella, sin conocimiento alguno sobre el tema fui atrapado por tu sinceridad sobre el tema. Solo puedo decir que a pesar de lo frustrante de tus palabras para quien recién comienza a escribir sus primeros borradores, as logrado motivarme. Ver lo difícil que es llegar a ser publicado alimenta mis ganas de escribir y compartir a través de mi blog. Tan solo eso busco, compartir y crecer con las palabras. Es por eso que agradezco que te hayas dedicado a escribir a pesar de "no tener un buen día".

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  8. Si quieres en otro momento hablamos de la ilustración

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  9. Cuánto me suena todo lo que dices. Lo he (hemos) vivido durante demasiado tiempo y no son estos tiempos mejores.

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