jueves, 21 de julio de 2011

"EL NOMBRE DE LA ROSA" VERSIÓN ABREVIADA

He estado en Laredo, impartiendo dos clases en un curso de Literatura, dirigido por Aura Tazón -www.kattigara.com- en la Universidad de Cantabria. Hablé del marketing y de la necesidad que tienen los libros hoy en día de llegar a ser visibles. Si no nos cuentan que existe una obra, no lo sabemos y, por tanto, es una obra perdida. En el mundo actual solo existen los libros que se promocionan y, por eso, se produce una uniformidad pasmosa: casi todos leemos los mismos, esos de los que se hacen tiradas espectaculares, esos de los que habla todo el mundo, esos que están a montones en las mesas de novedades. De los demás -en muchas ocasiones de tanta calidad o más que los famosos "best sellers"- nadie conoce su existencia: son invisibles. Del lineal de la librería vuelven a la editorial y, de allí, directamente a la guillotina. Quizá tengan una mayor oportunidad en la red, auque pienso que también necesitarán de la promoción para que alguien decida seleccionarlos y darle al botón de lectura o de impresión. Lo cierto es que, aunque no quiera, no veo un futuro demasiado esperanzador al respecto.
El caso es que, coincidiendo con la preparación de la charla, los hados se confabularon para que por todas partes -prensa, TV, librerías- viera "pistas" que ahondaban impepinablemente en el tema: el estreno de la última película de Harry Potter llevaba a los periodistas a hablar de la saga, entrevistaban a Mario Muchnik en la radio o leía en el periódico que Umberto Eco había decidido hacer una revisión de "El nombre de la rosa" para quitarle hierro... Y esto último es lo que me dejó más noqueada. A pesar de la indudable profundidad de la novela, en su momento la leímos millones de personas en todo el mundo. La comprendimos, la superamos, nos hizo pensar, dijimos que nos gustaba. Ahora, sin embargo, Eco afirma que va a pulirla, que va a quitarle los escollos que tenía, que va a hacerla más fácil para el gran público... Es perfectamente lícito que un autor, si no se siente a gusto con su obra, la revise; pero yo no sé si es eso exactamente lo que le sucede a Eco. Me cuesta creerlo conociendo al personaje. Más bien me inclino por que piense que en el mundo actual, este mundo de la lectura horizontal, de las prisas, de la falta de atención, de la impaciencia, no habrá ya nadie que se "trague" "El nombre de la rosa" como entonces y que, si quiere conseguir nuevos "adeptos", deberá quitarle filosofías y convertirla en una novela policiaca más al uso. En fin, seguramente perderá profundidad, pero venderá todavía más. Y eso debe de tentar hasta al mismo Eco. Qué cosas...

2 comentarios:

  1. lo flipo O_o , a lo mejor en lugar de la poética 2 de Aristóteles buscan un códice-codicioso da vinci :P

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  2. Pues tu post también me ha dejado noqueada...
    A ver si volvemos a coincidir en un evento que este año no nos vimos por poco en la Feria del Libro. Un beso!

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